ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Aquel personaje
que hace presencia por un medio de
comunicación masiva y que obtiene aceptación por la masa, adquiere el calificativo
de influencer sin ser un comunicador que necesariamente tenga capacidad periodística, ética o tenga aborde el sentido común, pero que maneja
como elemento indispensable, la simpatía, el entretenimiento y la capacidad de
llamar la atención, sin que esto signifique que algunos influencer con las características básicas,
también puedan ser periodistas o comunicadores preparados. Los comunicadores por internet han basado su éxito en llevar a la
pantalla un mundo más apegado a la realidad que lo que por
años proyecvtaba la televisión tradicional
y ha desbancado a quienes intervienen en ésta , como pilares fundamental
en la conversación social y a aquellos que se nombraban líderes de opinión que
en realidad eran voces especializadas en el conductismo . Este cambio puede ser
el principio de una revolución de ideas que al ser variadas pueden crear los
beneficios del debate, que es comparar ideas
confrontadas para inclinarse por una de ellas o crear una tercera
propia. El segundo paso que se está dañado,
es no dejar de seguir al influencer para
también confrontarlo, en una acción interactiva que puede generar en cada
comentario a un influencer que sigue a su influencer, lo que da esperanza a la
conversación circular, y a que en el
futuro se perfeccione con charlistas inteligentes y con conocimiento del tema en cuestión y no repetidores de otras ideas como llegó a ocurrir entre lectores,
televidentes y radioescuchas en los medios tradicionales. Las tribus digitales aún no cuentan con opinadores con conocimiento
de causa que sería el paso de mayor
importancia para poder construir
internautas capaces de establecer normativas
que busquen el desafío participativo
idóneo, que tanto evitaron los medios tradicionales en sus monólogos de
dominio.Más en www.somoselespectador.blogspot.com