Para la Doctora Blanca Arnaiz, “la importancia de la
educación en la infancia es clave para el desarrollo de las personas, porque es
en esta época de la vida donde se sientan las bases para el desarrollo futuro
de la persona. Cuando hablamos de educación no nos referimos únicamente a la
adquisición de conocimientos académicos. El término educación incluye también
la parte no cognitiva, aquella que se refiere a la formación del niño o niña en
valores. Toda la información que recogemos en los primeros años de vida nos
sirve para desenvolvernos en el mundo y nos desarrollemos plenamente como
personas. Por eso es tan importante la educación en la infancia”. La televisión
cuyo objetivo principal es el entretenimiento y la información, en
países con deficiencias severas en la
impartición y transmisión de la educación, deben de asumir, también una
responsabilidad formativa. El 26 de noviembre de 1967 nace el programa dominical de
concursos infantiles “En Familia” bajo la conducción de Xavier López Chabelo,
un comediante estadounidense que se
caracterizaba de niño y que logró la fama por su personaje de “Chabelo", caracterización con la que realizó cine y programas de radio, con lo que apareció al lado de actores como
Mario Moreno Cantinflas, Arturo Ernesto Manrique Elizondo, "El Panzón
Panseco" y Ramiro Gamboa, "El Tío Gamboín" a quien se le atribuye la creación del personaje en el
programa "Carrusel Musical", para que después Chabelo fuera la imagen de la empresa refresquera
PepsiCo. El programa de Chabelo se transmitía en las primeras horas de la
mañana en el canal 2, cuya programación dominical estaba cercada, con
personalidades que resultaban funcionales al sistema político mexicano, principalmente en el bloqueo electoral para que obtuviera la Presidencia de la República, José López Portillo. El programa familiar que
comenzaba a las siete de la mañana con Chabelo, continuaba luego con Guillermo
Ochoa, se complementaba con una jornada futbolera, para después mantenerse toda la
tarde y hasta la noche, con Raúl Velasco. El programa del niño adulto. se transmitió casi sin
interrupciones, un año antes de la matanza estudiantil en Tlateloco,
sus únicas suspensiones fueron por
motivos de salud de su conductor, quien apareció inclusive en carritos móviles
para poder participar, luego de accidentes automovilísticos y otros problemas de
salud, además de otras interrupciones por eventos cómo los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012, la pandemia
de gripe AH1N1 en abril y mayo de 2009, ya que
que no hubo público, la cobertura por la visita de Benedicto XVI el 25
de marzo de 2012 y las elecciones presidenciales del 1 de julio en donde
Televisa apoyó a Enrique Peña Nieto para que ocupara la Presidencia de la
República. También después de la contienda electoral del 2012, el público que
entraba a las grabaciones del programa de Chabelo en las instalaciones de Televisa, estaba sujeto a una estricta
revisión e identificación de acceso, para evitar que los visitantes se
manifestaran en contra del fraude
electoral, y el nuevo conteo de votos que apuntaban la victoria del candidato
izquierdista, Andrés Manuel López Obrador. Y es que en el programa “Otro Rollo”
de Adal Ramones se manifestaron en el foro de san Angel y en su transmisión en vivo, tales
inconformidades. En su programa, Chabelo acostumbraba finalizar sus emisiones, interpretando
un tema musical, su programa utilizaba a atractivas edecanes que provocaban
pensamientos mañaneros a los papás, y cuyos premios consistente en juguetes
para los niños, se mezclaban con muebles para adultos, para despertar también
los sueños tempraneros de las mamás, en donde el audaz niño conductor, que en
la realidad era un adulto, transmitía domingo a domingo, el mensaje oculto de que el triunfador es
aquel que logra superar al otro para obtener objetivos materiales más que
morales, y en donde la mujer resultaba un adorno decorativo. La funcionalidad de
este mensaje fue un factor importante
para que el programa de Chabelo se
mantuviera al aire por 48 años y superara en popularidad, al programa de
concursos de conocimientos y de actividades deportivas, “A la Cachi Cachi Porra”
que se transmite hasta en nuestros días en canal 11. el programa de Chabelo rompió
récord Guinness, aunque no consiguió la popularidad mundial que obtuvo Xuxa Meneghel
en Brasil. Chabelo se decía amigo de todos los niños y un buen ejemplo en pantalla, aunque fuera de esta, se desobligó
de sus obligaciones paternales, y se involucraba continuamente con sus diferentes compañeras de trabajo,
también era una persona influyente en Televisa y en las estrategias manipuladoras de gobierno, al grado de que
por precauciones de sus mafiosos socios, Xavier López,
era vigilado estrechamente por la Dirección Federal de Seguridad (DFS)
que también tenía en investigación y espionaje
a empresarios, políticos, narcotraficantes y adversarios en la década de
los 70, tal y como se dio a conocer en este sexenio, y cuyos reportes están reguardados en el Archivo General
de la Nación, mismos que se han transparentado aunque no se ha dado mucha información
respecto al expediente de Xavier López
Rodríguez, quien da vida al personaje de "Chabelo". El programa “en
Familia con Chabelo” que llegó a su final el domingo 20 de diciembre del 2015,
un mes después del anuncio de su finalización, se logró colocar como una
costumbre de la familia mexicana, que se levantaba temprano para sintonizar la
emisión o se anotaban a la lista de espera de quienes pedían asistir al programa y que les
llegaba su invitación hasta muchos meses después. La familia acudía jubilosa al
programa, sobretodo los niños, con la idea de conocer a su “cuate”, en el trayecto a la televisora, se agigantaba la esperanza de salir en televisión y obtener el juguete de moda,
pero el final de la historia no siempre era feliz, cuando al regreso a casa,
los padres regañaban al menor por haber
escogido en el concurso de la catafixia, una patineta
en vez de la cama matrimonial que le había ofrecido el conductor a cambio. El mundo de
distorsión de valores, ambiciones mal entendidas y el deseo aspiracional clase mediero,
basado en la imitación a la clase alta y a la astucia en busca de objetivos
materiales, formaban parte de un
programa de televisión aparentemente inofensivo pero aberrantemente cultural, como una herramienta valiosa para que el televidente en su agrupación familiar, individualizara
conflictos, reforzara estereotipos y recurrieran a lo que dice y piensa la
autoridad y el gobierno en turno, al grado de hacer propias las luchas ajenas
aunque sean en perjuicio, consecuencia de muchas actitudes ciudadanas que
afloran en nuestros días como resistencias conservadoras. Más en www.somoselespectador.blogspot.com