Aquellos que se dicen periodistas pero que no son más que narradores de chismes y de notas del corazón, se enojaron mucho con la actriz Michel Renaud quien en una entrevista para un canal de Estados Unidos compartió un poco de su vidapersonal porque así se le dio la gana y estaba en su derecho, pero se molestaron porque al llegar al aeropuerto de la Ciudad de México y al ser abordada por los microfoneros, la linda artista no quiso hablar sobre el tema, ni contestar las penosas preguntas que no sonrojan a quienes las realizan y a quienes dicen le llevan el pan a la boca de sus hijos gracias al chisme para después autonombrarse "periodistas de espectáculos". Nadie tiene obligación de hablar d elo que no quiere hablar y mucho menoss e tiene derecho a trastocar la vida privada de las personas públicas, pero claro que eso no lo entienden quienes ya se desenvolvieron con la disfusión de chismes y aquellos que supuestamente fueron a la universal para aprender, lo que facilmente les hubiera podido enseñar una vecina chismosa.Más
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