ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-El entrenador del América femenil, Craig Harrington, no mató a nadie por haber cometido una conducta grosera, al haber lanzado de mala forma el balón a la jugadora Tigre, Jana Gutiérrez, quien necesitaba la esférica para cobrar un saque de banda, pero sin duda debe ser merecedor a una sanción severa por parte de su club y a obligarlo a pedir disculpas públicas por su conducta antideportiva. La liga femenil de fútbol al ser una competencia marginada por la televisión abierta es que la gravedad no ha tenido la reacción escandalosa que tuvieron las conductas inapropiadas de Miguel Herrera cuando era técnico del América o las últimas declaraciones ofensivas del Tuca Ferreti como técnico del Juárez. Y es que sin caer en la conducta direccionada de la supuesta "defensa de la mujer", este hecho sí tiene situaciones particulares, como es el hecho de ser una liga relativamente nueva y con pocos vicios de antideportivismo, al grado de que en cada juego femenil, existen actos de compañerismo, pocas faltas, casi inexistentes los golpes mal intencionados y aquellas trampas que en la liga masculina se han llamado recursos futbolísticos o experiencia de manejo de partido, que tanto han dañado al soccer, hasta llevarlo a una severa crisis de espectacularidad. Si al menos, no se trata de prolongar lo mayormente posible esta sana "ingenuidad" que no es más que un correcto desarrollo de una liga de fútbol con sanciones que eviten ensuciar el torneo, entonces este perderá su brillo, mismo que los aficionados pudieron disfrutar en el 1-1 entre Aguilas y Tigres, por las escapadas habilidosas de María Sánchez de Tigres con buen manejo de balón y cancha , que en el fútbol masculino, ya no s epueden apreciar por las constantes faltas. El árbitro del encuentro hizo bien en amonestar a Harrington por su falta de deportivismo, pero ahora corresponde al club América, sin esperar lo que pueda señalar la Liga MX femenil, la FMF o la propia Comisión disciplinaria, de manera interna sancionar a su entrenador, que ni siquiera tuvo un arrebato temperamental por la pasión del juego, sino que la majadería y prepotencia parecen ser características de conductas del inglés, y que no tiene porque soportar una jugadora como Jana Gutiérrez quien a diferencia del casi cuarentón, demostró disciplina y madurez intelectual en el terreno de juego. Más en www.somoselespectador.blogspot.com