La radio y la televisión convencionales se enfrentan y se
concilian con adelantos tecnológicos que
han modificado estas industrias de manera permanente, al grado que muchos
apuestan hasta a su desaparición y contemplan la historia del libro, como una
señal de esperanza de sobrevivencia. Los programas de radio que comenzaron en
internet, ya se acompañan de una inseparable cámara lo que los hacen una idea más televisiva que propiamente de
radio. Un ejemplo de esta evolución es el formato de ESTAMOS CON, como idea del
periodista José Angel Martínez para estructurar de manera original un espacio
de radio ante el reclamo de un horario
con tres horas por cubrir con tres conductores. El contenido se transmitía
por internet pero era cien por ciento radio, posteriormente se llevó al TVNET
con el concepto EXPLOSHOWTV con emisiones grabadas. La facilidad que ha
brindado la evolución tecnológica como parte estructural de las redes sociales
y de otras plataformas, han permitido que ESTAMOS CON que ahora únicamente
dirige y realiza la comunicadora Dulce Lechuga, sea un concepto más televisivo
que nada más de radio. Los espectadores pasan más tiempo frente a un
dispositivo con internet que frente al televisor, los programas de radio
tradicional y de TV, emigran al internet y aunque la radio abierta tiene un
número potencial de radioescuchas que sintonizan desde su automóvil su estación
preferida, la industria automotriz cada vez es más amenazante en desaparecer el
AM, en integrar WIFI e incluso incluir una computadora portátil, por lo que la
radio abierta y la TV convencional tienden a desaparecer con su propia señal y
se enfilan a la señal del internet, en donde su estructura tradicionalista aún
no está preparada a la competencia no monopolizada y a la participación directa
del espectador.Más en www.somoselespectador.blogspot.com